Europa reforma los derechos de autor y jaquea a Google, Facebook y YouTube.
El Parlamento Europeo aprobó (26.03.2019) una reforma sobre derechos de autor, un cambio normativo que actualiza a la era de internet las normas que protegen el copyright y que puede dejar en jaque a los gigantes como Google, Facebook y YouTube que ahora deberán pagar por contenidos.
Tras dos años y medio de negociaciones, decenas de obstáculos y presiones cruzadas, el texto ya es una directiva, que los Estados deberán aplicar y trasladar a sus leyes.
Con 348 votos a favor, 274 en contra y 36 abstenciones, la Eurocámara de Estrasburgo cerró el debate más polémico que varios diputados recuerden. Ahora los editores de prensa podrán exigir acuerdos (y pagos) a webs y agregadores de noticias como Google News por utilizar sus contenidos.
La reforma, que es sólo de aplicación en Europa pero que puede sentar un precedente a nivel mundial, intenta proteger a los medios de comunicación y a la industria cultural frente a las grandes plataformas de internet estadounidenses. Por ejemplo, a Google la obligará a negociar y firmar acuerdos de licencia con los poseedores de los derechos de autor de cualquier contenido para que este pueda publicarse en Google News.
La aplicación de la directiva no será inmediata, toda vez que ahora se abre un periodo de dos años para que cada Estado miembro incorpore esta medida en su legislación.
Con esta norma, todos los contenidos de prensa estarán protegidos copyright hasta dos años después de su primera publicación. Google dijo durante la negociación que no tiene ninguna intención de llegar a acuerdos con cada diario europeo, por lo que simplemente dejaría de difundir sus contenidos. La empresa advirtió que podría cerrar Google News en toda Europa.
Axel Voss, el eurodiputado alemán responsable del informe parlamentario, dijo este martes sobre la reforma que es "un paso importante para corregir una situación que ha permitido a unas pocas compañías ganar enormes sumas de dinero sin compensar adecuadamente a los miles de creativos y periodistas de cuyo trabajo dependen".
El debate tenía partidarios y detractores. Unos insisten en que la reforma busca proteger a creadores y periodistas y garantizarles una remuneración justa frente a las empresas que ganan millones de usuarios y de euros gracias a sus obras. Otros gritan que la directiva creará una internet menos democrática.
Con todo, la reforma es una toma de posición de la Unión Europea en relación al choque entre quienes defienden la libertad total en internet y quienes, del otro lado, defienden una retribución justa por la difusión de sus contenidos en la red mundial. Internet creó la ilusión de que los contenidos son gratuitos, pero esos contenidos los creó alguien que espera una retribución económica por su arte o su trabajo.
Los medios del Viejo Continente aseguraban tras la votación que la reforma es una gran victoria para los grandes diarios europeos, que la pedían desde hacía años. Según explicaban, los periódicos más pequeños no la ven tan positivamente, porque estiman que necesitan que sus contenidos se difundan lo máximo posible por internet, para conseguir lectores. Además, los medios más chicos temen que las plataformas de internet se nieguen a firmar acuerdos con ellos y se limiten a hacerlo sólo con los grandes diarios.
Los diarios más importantes denuncian que desde hace años pierden ingresos por publicidad que van principalmente a gigantes como Google o Facebook, que se aprovechan de su trabajo al publicar gratuitamente sus contenidos. Alegan que esas empresas no invierten en periodismo, pero reciben beneficios -como ingresos por publicidad- por publicar contenidos de otros.
Por la mañana, un grupo de músicos recibió a los eurodiputados a su llegada al hemiciclo, urgiéndolos a votar "sí" a la reforma para tener "un internet que sea justo y duradero para todos". Para sus partidarios, como el DJ internacional David Guetta, su "objetivo es permitir que la prensa y los artistas perciban una parte de los ingresos generados por la difusión de sus obras en internet".
En una columna publicada el domingo en el diario francés JDD, reclamaron que los "gigantes estadounidenses convertidos en ogros" retribuyan de manera más justa a artistas y editores con los ingresos publicitarios que obtienen por sus obras.
Frente a ellos se encuentran los gigantes de la Silicon Valley estadounidense, como Google o Facebook, así como los partidarios de un internet libre, que temen restricciones en estos canales de difusión.
El sábado, Europa registró manifestaciones convocadas por "Save the internet", un colectivo que se moviliza desde hace meses para defender "el libre intercambio de opiniones en internet".
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