Gasto militar en el mundo, el mayor desde la Guerra Fría.
El gasto en armamento en el mundo alcanzó niveles nunca vistos desde el fin de la Guerra Fría, con un monto que llega a 1.739 billones de dólares, según el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI, por sus siglas en inglés).
El informe correspondiente a 2018 del organismo internacional, con sede en Estocolmo, Suecia, explica que dicha cifra equivale a 2.2% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, o también a un gasto de 230 dólares por cada habitante del planeta.
El documento, que ofrece cifras correspondientes al gasto militar total de 2017, señala que los 1739 billones de dólares que gastaron los países en armas representan un crecimiento de 1.1% con relación al año anterior.
Estados Unidos se mantuvo como el país con el mayor presupuesto armamentista: 610 mil millones de dólares (3.1 por ciento de su PIB), similar a 2016, pero a finales de 2017 el Senado aprobó un presupuesto militar por 700 mil millones de dólares, es decir un aumento de 14.75 por ciento.
Otros gastos militares relevantes son de China, segundo mayor presupuesto de 2017 con 228.000 millones de dólares, 5.6% más que en 2016; Arabia Saudita, de 69400 millones, 9.2% más que el año anterior, y Rusia, que los disminuyó en 20 puntos porcentuales, para ubicarlo en 66300 millones.
Destaca que en América del Norte el gasto militar disminuyó 0.2% en 2017 respecto a 2016, mientras que por tercer año consecutivo el este asiático registró un incremento, de 4.1% con relación al año anterior. En Europa occidental también creció 1.7 puntos porcentuales.
Un rubro más a reportar es el volumen de las transferencias internacionales de armas, que creció 10% entre 2008-2012 y 2013-2017, consiguiendo el mayor índice desde la Guerra Fría, cifra que confirmó la tendencia al alza registrada desde principios de la década del 2000.
Al respecto, los cinco mayores vendedores internacionales de armas fueron Estados Unidos, con 34% del total; Rusia, 22; Francia, 6.7; Alemania, 5.8, y China, 5.7 puntos porcentuales del total, si bien el reporte no especifica cantidades monetarias.
No obstante, con base en un cálculo propio considera que en 2016 se registraron ventas internacionales de armas por “al menos de 88400 millones de dólares”, y las ventas que habrían tenido los principales fabricantes serían en el mismo año “casi 375 mil millones de dólares, 1.9% más que en 2015”.
Advierte que, ante las cifras alcanzadas, la seguridad en el mundo se ha deteriorado mucho en el último decenio, a lo que han contribuido los conflictos armados, que han aumentado en número, complejidad y letalidad, así como la violencia que se registra en diversas regiones del planeta.
El informe hace mención que en la actualidad las agresiones suceden cada vez más en las zonas urbanas, en algunos casos por conflictos armados y en otros por la violencia desatada por la delincuencia.
En América prevalece esta última y destaca el avance hacia la paz en Colombia, luego de más de 50 años de lucha interna.
Pero en 2017 se mantenían vivos conflictos armados en países de Asia u Oceanía como Afganistán, Filipinas, India, Myanmar y Pakistán; de Europa entre Armenia y Azerbaiyán y en Ucrania; en Medio Oriente en Egipto, Irak, Israel y Palestina, Libia, Siria, Turquía y Yemen, y en África en Mali, Nigeria, República Centro Africana, República Democrática del Congo, Etiopía, Somalia y Sudán del Sur.
En el texto introductorio, el director del SIPRI, Dan Smith, señala que el aumento del gasto militar y la proliferación de conflictos han significado que más de 65 millones de personas hayan sido desplazadas de su lugar de residencia.
Un elemento más a tomar en cuenta, indica, es el reclamo mutuo al que se han enfrentado Rusia y Estados Unidos de violar el Tratado sobre la Eliminación de Armas Nucleares de Corto y Mediano Alcance (INF), que en fecha reciente fue abandonado por Washington.
Recuerda, además, la vigencia de potenciales temas conflictivos como los acuerdos para el no uso militar de la energía nuclear por parte de Irán y Corea del Norte, la anexión de Crimea por de Rusia, que deterioró la relación rusa con Occidente, los conflictos en Medio Oriente y las tensiones entre India y Pakistán por Cachemira.
Smith destaca, sin embargo, la aplicación del Tratado para la Reducción de Armas Estratégicas Ofensivas (Nuevo START) de 2010, aunque hace notar que expirará en febrero de 2021 y “aún no se mantienen conversaciones para prorrogarlo o sustituirlo”.
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